09 Mar 5 bodas de mujeres que son un icono de nuestra cultura
Nos encanta el amor, más aún si se culmina con bodas de película, de esas que los invitados recuerda durante toda la vida. Y como esas bodas hay muy pocas. Por eso, y con motivo del Día Internacional de la Mujer que tuvo lugar el pasado 8 de marzo, en la entrada de hoy queremos hacer un breve repaso de cinco bodas de celebrities que se convirtieron en un icono cultural y generacional, y cuyas ceremonias, algunas secretas, otras rocambolescas, y otras tantas por todo lo alto, ya forman parte del imaginario colectivo de todos nosotros. Va por ellas.
Elizabeth Taylor
Elisabeth Taylor fue durante muchos años la estrella indiscutible y más cotizada de Hollywood. Con sus ojos prácticamente violetas, su carisma y su talento frente a la cámara, logró conquistar a medio mundo. Y también, concretamente, a 8 hombres con los que acabó dándose el «sí, quiero». Sin embargo, el corazón de Taylor solo le perteneció a una única persona: Richard Burton.
Ambos se conocieron durante el rodaje de la película Cleopatra, y se terminaron casando en 1964. La diseñadora de vestuario de la película fue la encargada también de crear el vestido de novia de la famosa actriz, en amarillo y de corte babydoll, aunque el broche de oro corrió a cargo del broche Bulgari y de la larga trenza de flores que lució la estrella. Algo curioso de esta icónica pareja es que tras más de 10 años de matrimonio, volverían a casarse por segunda vez en 1975.
Jackie Keneddy
Sobre ella han corrido ríos de tinta. En todos los sentidos. Películas, series, novelas de ficción, memorias biográficas… Sobre Jackie Keneddy han hablado todos y de todo, pero especialmente, sobre su matrimonio con el congresista y posterior presidente de los Estados Unidos, John F. Keneddy. Ambos pertenecían al mismo círculo social, pero no fue hasta 1952 cuando se conocieron por fin. Un año más tarde celebraron su enlace en Rhode Island rodeados de casi 800 invitados y 3000 curiosos que fueron a verlos a las puertas de la iglesia.
Ann Lowe se encargó de diseñar el vestido de Jackie y acabó siendo uno de los más icónicos de la historia. Todo lo que vino después de ese «sí, quiero» es historia. John F. Keneddy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 y Jackie Keneddy, cinco años más tarde, volvería a contraer matrimonio con el empresario Aristóteles Onassis.
Rocío Jurado
Si hay una mujer conocida y adorada por todos en España, esa es Rocío Jurado. La famosa cantante y el que fuera su primer marido, el boxeador Pedro Carrasco, se conocieron en la Plaza de Toros de Las Ventas, y en torno a este encuentro se comenta que se trató de un auténtico flechazo. De ese amor a primera vista nació un enlace ya mítico, que tuvo lugar en 1976 en el Santuario de la Virgen de la Regla, en Chipiona. La patria chica de «la más grande».
El suyo fue una boda multitudinaria durante la cual Chipiona terminó colapsando. Una boda convertida en todo un evento imposible de olvidar en la localidad gaditana, y que, además, tuvo repercusión en medio planeta. Tanto fue así que, una de las cosas más destacadas y curiosas del acontecimiento fue que la pareja, tras darse el «sí, quiero» y abandonar el santuario, se dirigió a una explanada de Chipiona para cortar la tarta y ofrecérsela a todos los allí congregados.
Marilyn Monroe
La tentación rubia fue la perdición de muchos y la suya propia. Norma Jeane, nombre real de la famosa actriz, sufrió una vida llena de altibajos y sumida en pasiones y dramas, pero algo que sirvió de precedente para verla con otros ojos, y también el que fue su único y verdadero amor, fue el matrimonio que se fraguó con el tercero de sus esposos: Arthur Miller.
Se trató de una relación que pilló a todos por sorpresa y de la que se habló (más para mal que para bien). Tuvieron dos ceremonias de boda, una civil el 29 de junio del 56 y otra religiosa, el 1 de julio. Marilyn apareció vestida con un sencillo y ceñido trae blanco con escote y velo que a día de hoy ya forma parte de la historia de la moda.
Lola Flores
Cuando se habla de bodas en la familia Flores, es inevitable no traer de vuelta el famoso enlace entre Lolita y Guillermo Furiase. Sin embargo, décadas antes, Lola Flores y Antonio González El Pescaílla pusieron los primeros cimientos de todo lo que derivaría después. Ambos artistas se conocieron mientras este actuaba en Barcelona, espectáculo al que acudió la Faraona y en el que, según dice ella, se enamoró inmediatamente de «un gitano guapísimo de aire romántico». Era, por supuesto, Antonio González El Pescaílla.
En octubre del 57 Lola Flores y El Pescaílla se daban el «sí, quiero» después de superar a terceras personas y romances paralelos, embarazos inconvenientes e incluso amenazas de muerte por parte del clan de los Amaya. Y a pesar de todo esto, la feliz pareja acabó casándose, sí, pero a las seis de la mañana en El Escorial, y con apenas 20 invitados. Siete meses más tarde, nacería Lolita.
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